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La visita a Madagascar viene a sorprendernos con una interminable cantidad de paisajes que debemos recorrer antes de marcharnos del país. Entre todos ellos, uno de los que se consideran indispensables es la zona de Taolagnaro, ya que aunque la zona urbana nos es demasiado distintas de las demás, sí se convierte en una excelente estancia para luego llevarnos por sus alrededores, realmente increíbles.

Entre ellos, no podemos dejar de mencionar el famoso pico St. Louis, que se encuentra a una distancia de 60 kilómetros, y al que se tarda cerca de una hora y media en llegar, en consideración de la precariedad de las rutas locales. Desde la cima, podemos observar toda la región, lo que otorga una espectacular sensación de poder, similar a las que experimentan quienes han estado en las montañas más altas del mundo.

Luego, otra de las interesantes excursiones que podemos llevar adelante es la que nos indica recorrer la ciudad de Tranovana, muchas veces conocida como “Islote de los portugueses”, y que nos presenta una serie de fortificaciones que antiguamente eran utilizadas para proteger a los habitantes locales de los ataques enemigos.

Entre todos estos fuertes, resalta uno que fuera construido por náufragos portugueses en 1504. Para llegar al mismo, debemos ir desde la ciudad a la costa en taxi o en bicicleta, y desde allí en piragua. Otra buena excursión es la que nos lleva a Manaflaty, lejano unos 35 kilómetros al norte de la ciudad, lugar con una buena playa y una reserva natural que protege las últimas forestas húmedas de la costa de Madagascar.

Vía: Tempsdoci
Imagen: Trip Advisor

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