Los baobabs son árboles altos, con ramas horizontales que crecen solamente en el extremo superior. Tienen troncos gruesos y cilíndricos que pueden contener cien mil litros de agua. Esto les permite sobrevivir en las zonas áridas del sudoeste de Madagascar.
Se conocen ocho especies de baobabs: una crece en Africa continental, otra en Australia; las seis restantes, sólo en Madagascar (tres de ellas se encuentran en peligro de extinción).
El baobab más grande del mundo está en Sudáfrica. Tiene seis mil años, mide veintidós metros de alto y cuarenta y siete de circunferencia. Aprovechando que el tronco es hueco y presenta una abertura natural, el dueño del terreno instaló en el interior del árbol un bar con capacidad para sesenta personas.
La especie más grande de Madagascar se llama baobab de Grandidier, en honor al naturalista francés Alfred Grandidier, que exploró la isla durante la década de 1880. Esta planta produce grandes frutos ovalados, comestibles y ricos en vitamina C. De las semillas se extrae aceite para cocina; la madera es esponjosa y se usa para construir techos de viviendas; con la corteza se fabrican cuerdas para embarcaciones.
Los lugareños creen que los baobabs están habitados por espíritus, por eso depositan junto a ellos ofrendas de ron y granos.