Madagascar parece un lugar olvidado en el tiempo, tal vez por su no tan lejana ocupación por exploradores europeos. Situado frente a la costa oriental de África en el Océano Índico, la extraordinaria diversidad natural de Madagascar ha dado al país el apodo de «el octavo continente».
Madagascar es una suma de diversidad natural, cultural e histórica.
Visitar los parques nacionales de Ranomafana y Masoala y el de Andasibe-Mantadia – situado muy cerca de la capital del pais Antananarivo- es una cita ineludible. Todos estos parques alojan el exótico lemur, en peligro de extinción.
También cuenta con lugares sagrados como la Royal Hill of Ambohimanga, Es una población histórica que perteneció a la nobleza de la isla.
En las costas de la isla de Ifaty se encuentran enormes arrecifes de coral, lo que garantiza una extraordinaria experiencia de buceo. La impresionante Avenida de los Baobab atrae visitantes de todo el mundo para presenciar un espectáculo único. Estos árboles tienen más de 800 años.
La isla de Nosy Be es famosa en el mundo por sus playas tranquilas, sus aguas de color turquesa y sus restaurants que se caracterizan por servir frutos de mar recién pescados en la misma playa.
La isla de Santa María fue el escenario de naufragios de barcos piratas, cuyos restos pueden aún observarse desde la playa. En verano, las ballenas visitan las aguas que circundan la isla.
El pueblo malgache es fruto de la diversidad étnica y cultural. Lo podrá ver en sus caras. Son gente sumamente agradable y acogedora. Siempre muy curiosos y dispuestos a hablar con el turista (si usted habla malgache o francés). Asegúrese de comprarles bolígrafos, caramelos, o cuadernos, incluso para los niños, que les va a encantar!.
Vía: El Zoco Loco
Imagen: Wild Madagascar