Una de las más notables características de la cuarta isla más grande del mundo, es su abundante vegetación. Pues la naturaleza, ciertamente, ha favorecido a este territorio otorgándole un sinfín de sitios espectaculares, con paradisiacas playas que en contraste con la flora del sitio, forman un impresionante paisaje.
El flamboyán es un árbol de origen malgache, el cual, teniendo sus raíces en dicha isla, se ha encargado de embellecer otros espacios del mundo. Sin embargo, merece la pena hablar un poco de esta belleza, que aun en peligro de extinción, se presenta como una admirable creación de la naturaleza.
Se trata de uno de los árboles más coloridos de todo el mundo, puesto que posee flores anaranjadas y un follaje verde intenso. Sus principales características, son las que lo hace una especie distinguida en el paisaje. De hecho, el flamboyán alcanza una altura en promedio de 8 metros, aunque en ocasiones puede llegar a los 12 metros. Su copa destaca por ser muy frondosa y extendida.
Con respecto a sus flores, cabe destacar que destacan por ser de gran tamaño, compuestas por cuatro pétales de hasta 8 centímetros de longitud y además, un quinto pétalo llamado “estándar” que distingue por ser un poco más largo y con una variedad de tonos amarillos y blancos.
Por otro lado, cabe destacar que este árbol, como muchos, tiene algunas utilidades. De hecho, cuando sus vainas están maduras y sin abrir son usadas por los nativos como instrumentos de percusión, conocidos comúnmente como shak-shak o maracas.
Vía: Wikipedia
Imagen: Caos y Cosas de Cuba