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Madagascar posee una de las minas de zafiro más importantes del mundo, pero lamentablemente, ésta también sufre las consecuencias de una crisis que pone en tensión la continuidad de la misma.
Las personas recogen el zafiro en un frasco, tal como si fueran pequeñas pastillas, y las venden en el mercado de Ilakaka. Pero la agitación política y la falta de inversiones han traído tiempos difíciles para la mayor reserva conocida en el mundo.
«La gente viene aquí porque es fácil de ganar dinero, el negocio es fácil, no como en Tana», dijo de 24 años de edad, Celine, haciendo referencia a la capital Antananarivo.
«En Ilakaka, hay pobres que reciben los ricos y los ricos que obtienen los pobres», dijo la madre de dos hijos, de nueve y siete años.
Las gemas son en su mayoría enviadas a Sri Lanka y Tailandia para el corte y pulido, una situación que el Gobierno esperó cambiar en el año 2008 con la prohibición de las exportaciones de piedras en bruto con la esperanza de la creación de centros locales de pulido con mejores puestos de trabajo.
El momento no podría haber sido peor. La crisis financiera mundial se ha ocupado de destruir la confianza en las nuevas inversiones en países de riesgo.
Meses más tarde, el alcalde de la capital, Andry Rajoelina derrocó al presidente electo Marc Ravalomanana, después de semanas de protestas, a veces mortales, ahuyentando a los inversionistas, incluso los más valientes.
Sin embargo, la prohibición de exportación fue levantada en 2010, pero la minería todavía no tiene pleno recogido. Los caminos más fáciles para llegar a las piedras desde hace mucho han sido vendidos. Los mineros ahora tienen que excavar varios metros para encontrar zafiros, lo que hace el trabajo más caro y más peligroso.
En las afueras de Ilakaka, los campos están llenos de pozos profundos, sin marcar y abandonadas donde los mineros, una vez buscaron el zafiro.
Además, la mayoría de la gente en Ilakaka viven en chozas de madera sin agua corriente ni servicios de saneamiento adecuados. La ciudad cuenta con una carretera asfaltada y edificios de hormigón muy pocos, pero muchos coches por las normas de Madagascar.
Vía: Hosted News
Imagen: Taringa