Katy Perry es una de las cantantes más importantes de estos tiempos, y su tirón mediático es tal que uno podría pensar tranquilamente que tiene la cabeza en cualquier cosa, y se encuentra lejana a las realidades de los demás. Sin embargo, parece que en su caso no sucede nada de eso, ya que el hecho de haber sido embajadora de la UNICEF en Madagascar, a su entender le cambió la vida.
“De verdad que en cierto modo me hizo volver a darle otras prioridades a mis pensamientos y a mi perspectiva sobre la vida, y cómo encontrar mi propia alegría y mi propia felicidad que no provenga de posesiones materiales y estatus social”, expresión en este sentido una de las mujeres más seguidas en Twitter, gracias a su carrera como cantante que le ha permitido cosechar éxito inimaginable en los últimos años.
Perry, que viajó a Madagascar concretamente en el pasado mes de abril, afirmó haberse sentido superada por la situación de algunos de los habitantes locales, y claro, sorprendida por la alegría con la que los niños le recibían a pesar de que apenas si cuentan con elementos materiales, ya no al nivel de lujos, sino al de poder cumplir con todos sus requerimientos diarios.
Incluso, la artista ha asegurado que el hecho de participar en este viaje como embajadora de la UNICEF, fue el puntapié inicial para que posteriormente escribiera la canción “Unconditionally”, que de alguna forma está dedicada a Madagascar y a esos niños, y que para ella es la favorita de todas las que se incluyen dentro de su último álbum, “Prism”. Interesante, no?